En primer lugar, se desarrolla una pérgola que va desde el sureste hasta el noroeste de la plaza y que va subiendo o bajando de cota hasta coincidir con las aberturas de las fachadas que hacen de accesos a la misma. Por esta pasarela los transeúntes pueden pasear y gracias al sistema de láminas de agua en su parte inferior en el encuentro con las fachadas, se mantiene una sensación de frescor tanto en el interior de las viviendas como en este paseo cubierto. Esta pasarela también cumple la función de balcón para las distintas situaciones que se dan en fiestas.
Después se lleva a cabo una reestructuración de la plaza, dejando una distancia de dos carriles para el tráfico rodado, y de esta manera la superficie peatonal aumenta notablemente.
El agua de la plaza se recoge perimetralmente, dividiendo la plaza en una zona interior más elevada y otra exterior. Esta agua se recoge bajo tierra ya que varias condiciones (visualmente la plaza debía quedar mínimamente ocupada, había que reservar un anillo para la tradición del toro de fuego…) impedían colocar grandes mecanismos en superficie.
Se proponen unos sistemas que llevan incorporada zona de descanso, zona para ver el toro de fuego, vaporizadores de agua, zona verde, albergue para el mercadillo, iluminación, chimeneas para los malos olores, recogida de residuos…
En superficie se localizan unas entradas al aparcamiento subterráneo y público. En este sótano hacen de elementos estructurales los propios depósitos de agua y residuos antes comentados.
Creo que cada vez toma más fuerza la idea de pasarela graderío, que se adapta bastante bien a la conservación de las fachadas tradicionales de la plaza. Aunque en la nueva versión tenemos que pensar que hacer con los soportales cuando pasan por una calle, puesto que debe de permitir el paso para vehículos como autobuses, y luego por otro lado no queremos perder la continuidad de la grada, igual hay que intuirla con el pavimento, haciendo un salto discontinuo en las calles de tal forma que visualmente se perciba que se corta, pero que se perciba como una continuidad en uno del otro. Una cosa que yo tampoco he tenido en cuenta sobre las láminas de agua, es si alguien puede caer, es decir, normalmente no pasaría nada en una plaza normal, pero en esta, cuando es el toro de fuego la gente se va apartando hacia la acera a toda prisa, si tener tiempo para pararse a pensar, por lo menos deberíamos tenedlo en cuenta. Sobre el graderío otra cosa a tened en cuenta es si va a ser público cuando afecta a fachadas privadas o no, o solo en determinadas épocas del año, o si lo tratamos como si fuera una calle más, donde cada cual anda a su antojo. Y por último, que creo que lo has pensado con las alas de las comunas, pero por si acaso es en los puestos del mercadillo deben de tener algo que los proteja frente al sol y la lluvia, y estaría estupendo que luego se pudiera recoger. Bueno eso es todo, nos vemos.
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